El mito del ‘fracaso’

Sé claro: llamar al paso de Messi por el PSG un fracaso es estadísticamente irresponsable. No hablamos de declive personal, sino de resultados tangibles frente a expectativas. Y en ese sentido, los datos dicen mucho.

Dos títulos de Ligue 1 en dos temporadas: eso es consistencia bajo presión. De hecho, mejor que lo logrado por el Barça en nueve temporadas con estructura similar —dos ligas en total. Así que sí, París entregó más éxito en la mitad de tiempo.

Datos sobre drama

No puedes ignorar la Ligue 1 como ‘fácil’, especialmente cuando sabes que París la perdió antes de que llegara Messi. La temporada 2021–22 fue su primera sequía desde 2013. Al llegar, no heredó una máquina invencible: heredó inestabilidad.

Y sin embargo, en una sola temporada, la recuperaron. Eso no es suerte —es alineación entre talento y sistema. Si vas a criticar su legado basándote solo en una métrica (Champions League), debes aplicar ese mismo criterio a todos los jugadores.

La realidad del rol

Aquí está el error común: Messi no era ‘el jefe’ en el PSG —ni debería haberlo sido. Ni siquiera estaba primero en tiros desde los once metros.

Moussa Diaby marcó desde 35 yardas y tuvo tres penales en una temporada —no porque fuera mejor que Messi, sino porque se le dio espacio para crecer.

Messi estaba tercero tras Mbappé y Neymar —los únicos con mayor prioridad ofensiva y peso decisivo. Esa estructura no es debilidad; es lógica táctica.

Llevo nueve años construyendo modelos de roles con datos Opta —y esta configuración tiene sentido perfecto:

• Mbappé = motor principal;
• Neymar = núcleo creativo;
• Messi = director y finalizador cuando hace falta. Eso no es marginación: es especialización.

Cuando no puedes ganar… ¿a quién culpas?

Ahora abordemos lo absurdo: “¿Por qué falló el PSG en Europa?” Porque no estaba diseñado para fútbol eliminatorio —estaba construido para dominar ligas nacionales bajo fuertes restricciones financieras.

Y aun así la gente dice: “¡Culpa a Messi!” Como si esperáramos que él llevara a cuatro estrellas mundiales a través de partidos ajustados solo él.

Cuando el Barça fue eliminado bajo su liderazgo? Los fans también lo culpaban —pero nadie culpa a Raúl o Ronaldo por las derrotas en sus últimos años en Madrid o Juventus —aunque jugaron papeles similares.

La diferencia? No se espera que sean número uno absoluto dondequiera que vayan —como sí se espera con Messi. Ese doble rasero existe… y daña la evaluación justa.

Palabra final: El contexto todo (sobre todo para análisis)

Como alguien que usa scripts de Python diariamente para analizar calidad de disparos, redes pasivas y valor posicional, puedo decirte esto: el rendimiento debe juzgarse dentro de su entorno.

ejemplo: medir éxito solo por títulos de Champions League es como evaluar a un economista solo por pronósticos inflacionarios ignorando PIB o empleo.

even si aceptamos esa narrativa —que perder grandes partidos define el legado— la realidad es sencilla: sí hubo oportunidades perdidas… pero también logros claros fuera de Europa: dos ligas; contribuciones significativas; integración completa dentro del sistema más complejo del fútbol europeo —todo validado por datos más allá del sentimiento.