Cuando los datos mienten

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Cuando los datos mienten

Cuando los datos mienten: El empate 1-1 que me enseñó más que cualquier campeonato

La hora marcó las 00:26 del 18 de junio —más allá de la medianoche en São Paulo— y sonó el silbato final en el Estadio Doutor José Maria de Campos Maia. Un resultado casi simbólico: 1–1.

Wolta Redonda frente a Avaí. Jornada 12 de la Serie B brasileña. Sin trofeos en juego. Sin promociones al borde del abismo.

Pero entre defensas cerradas y centros desesperados, algo más profundo sucedió.

Los datos no son destino

Como analista que alguna vez confió en modelos predictivos con Python y R, creía ciegamente en los números como oráculos.

Pero aquí estaba un partido donde cada estadística apuntaba a una dominación clara… y sin embargo nadie ganó.

Wolta Redonda tuvo mayor posesión (54%) y más tiros a puerta (6 frente a 3). Avaí cometió errores defensivos que permitieron dos goles… pero también crearon tres oportunidades claras que nunca se materializaron.

No fue fracaso. Fue fricción.

La belleza en el equilibrio

He visto suficientes partidos para saber cuándo cambia el ritmo —no con fuegos artificiales, sino con pausas.

A minuto 78, el extremo de Avaí entró por dentro desde la izquierda. Su centro era perfecto… pero el delantero no pudo conectar. No por falta de habilidad, sino por tensión en los hombros.

Y justo antes del tiempo añadido? El capitán de Wolta Redonda falló un gol abierto tras ser perfectamente asistido por su compañero.

Ninguna lesión. Ninguna tarjeta roja. Solo… límites humanos.

Nos enseñan a medir valor por resultados: ganar = bueno; perder = malo; empate ajustado = emocionante; resultado abultado = aburrido. ¿Y si lo redefinimos? ¿Y si cada esfuerzo cuenta? ¿Y si estar presente ya es una victoria?

Un empate no es neutro — es honesto

El fútbol me ha enseñado que aunque los datos nos fallan, la verdad permanece: un empate no significa que nada pasó. significa que ambos equipos dieron todo… y aún así no fueron suficientes para derrotarse mutuamente. Aunque uno estuviera tres puntos arriba del descenso, y otro cinco detrás de los líderes del ascenso, cada uno cargaba peso más allá de tablas o rankings o paneles analíticos. El grito de los aficionados bajo luces tenues del estadio? The forma en que los jugadores se abrazaron al salir del campo? The silencio tras el último silbato? dijiste lo sentiste también? Esa mezcla de alivio y dolor? el tipo solo el verdadero esfuerzo puede dejar atrás. especialmente cuando nadie recuerda tu nombre, a veces simplemente aparecer vale más que ganar jamás.

ShadowScribeLdn

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